Cuentoterapia y música metal

Amalia Marimbaldo Rosa

Licenciada en Economía y estudiante de psicología; tarotista y cuentoterapeuta

Tengo que empezar haciendo una confesión. Y me parece que no va a ser la última. Tengo “orejas de madera”. Soy incapaz de distinguir un mi de un fa#. Recuerdo con verdadero pavor las clases de flauta de la Hermana Mª Luisa, en las que no conseguía dar pie con bola en ninguna pieza. Es a causa de mi falta de oído que necesito varias escuchas de una canción para llegar a su fondo y que me “toque” de alguna manera. Pero eso tiene también sus ventajas, porque me libera de prejuicios. Me da igual el género o lo que digan los entendidos sobre lo que estoy escuchando. No juzgo la música por su calidad técnica, ni tengo base procedimental para considerar que esté bien o mal ejecutada. O me llega o no me llega. Quizá por eso no tengo muchas bandas fetiche, y mi banda sonora está conformada por canciones o melodías, pero no por discos, ni por estilos. Lo que escucho tiene que tener sentido (de 'sentir') para mí.

¿Otra confesión? Llegué tarde a esto de la música heavy. A todas mis amigas y amigos les salieron los dientes escuchando a Motörhead y AC/DC, pero yo descubrí este mundillo bien pasados los treinta, después de un divorcio y la consecuente búsqueda de la identidad perdida. Lo que quiero decir es que, entre mi mal oído y mi afición tardía, he escuchado una mínima parte de lo que conoce mi gente. Pero ahora esta música forma parte de mi proceso vital, me ayuda a entender mis emociones, y proporciona un hilo conductor a mi vida.

Por todo esto que os cuento sé lo difícil que es al principio entender esta música. En los primeros acercamientos lo que se escucha es simplemente RUIDO. Y lo que no se entiende nos lleva al prejuicio. Estamos acostumbrados a la música que se escucha en los medios, en la que se da toda la importancia a la voz, las melodías son sencillas y se memorizan rápido. En el metal cada uno de los instrumentos va a tope. Imprescindible: voz, guitarra, bajo y batería. Algunos grupos llevan teclados, e incluso mesa de mezclas. Lo que llega es un “muro de sonido”. Lo sé, se hace bola. Me sigue pasando a veces con los estilos más extremos.

When the Sultan gives orders to take your head

You must ride the winds to safety or you'll wind up dead

Through the evil and darkness you make your stand

Only skeletons of war will guide you by the hand



Cuando el Sultán pone precio a tu cabeza

Tienes que cabalgar rápido o acabarás muerto

A través del mal y de la oscuridad te mantienes en pie

Sólo los esqueletos de la guerra te llevarán de la mano

Al fin y al cabo, las canciones cuentan historias. Y para empezar este cuento, recurro a los Mastodon, a un disco llamado Emperor of Sand (Emperador de Arena), en alusión al reloj de arena y a que estamos sometidos al inexorable paso del tiempo. En esta canción, llamada “Ancient Kingdom” (Reino Antiguo), nos remiten a un héroe, y ése podría ser el inicio de cualquiera de nuestras narraciones. Me refiero, claro está, a los cuentos maravillosos. Cuando entras en el mundo cuentoterapéutico aprendes que, sanar psicológicamente y asistir a otras personas en el proceso es un arte. Como dicen los franceses Gojira en su canción “Esoteric Surgery” (Cirugía esotérica), del disco The way of all flesh: “You have the power to heal yourself” (Tienes el poder de curarte a ti mismo).

Me toca hacer otra confesión: apenas escucho música en castellano. De hecho, una de mis bandas fectiche, Angelus Apatrida, es de mi ciudad, Albacete; son manchegos hasta la médula y cantan en inglés. ¡¡¡Con eso te lo digo to!!! Me cuesta un rato traducir, y bastante más memorizar, pero merece la pena la riqueza cultural que he encontrado en ello. No sólo escucho bandas españolas, norteamericanas e inglesas, que es lo obvio, también hay bandas francesas, ucranianas, finlandesas, y todas aportan su mitología, su cultura, su manera de vivir.

¿Hablamos de asertividad? Hay una banda de hardcore estadounidense, los Hatebreed, que son tremendamente inspiradores. Una de sus canciones “I will be Heard” (Me haré oír) habla de la necesidad de expresar la propia verdad, aportando lo que cada uno es.

Gema, cantante de Malavita. / foto de Dani Metalcry (fondo ARMMA)

I’ve got to take my life back

One chance to make it right

I’ve gotta have my voice be heard

And bring meaning to this life


Tengo que recuperar mi vida

Una oportunidad para hacer lo correcto

Tengo que hacerme oír

Y dar significado a esta vida

También inspiran asertividad canciones como “Imperium”, de Machine Head, que nos habla de superarse a uno mismo: “My every weakness I must turn into strength” (Convertiré cada debilidad en fortaleza). Y de mantenernos fieles a las propias creencias nos habla un tema de la banda neerlandesa Within Temptation. Es la canción “Stand my ground” (Mantener mi posición): “Won’t close my eyes and hide the truth inside” (No cerraré los ojos y esconderé la verdad que llevo dentro).

Si si hay algo que caracteriza a la música metal, es que no eluden las emociones, por incómodas que sean, y por poco que nos guste mirarlas. Me acompañaron mucho en el proceso del duelo por la muerte de mis padres, bandas como Alter Bridge, con su canción “Blackbird” (Pájaro negro o mirlo): “Let the wind carry you home/ Blackbird fly away/ May you never be broken again (Deja que el viento te lleve a casa/ Mirlo, vuela libre/ Que nada te vuelva a romper)”. Como he dicho, somos especialistas en tocar temas incómodos, y hay uno que es especialmente silenciado cuando hablamos de duelo, el suicidio. Los Machine Head en su canción “Beautiful Mourning” (Bello duelo) expresan la desesperación que lleva a desear la propia muerte.

Spit in the face of loss

Coward, my own self-hatred

No more I bear this cross

Struggle, and rise from the dead


Escupir en la cara de la fatalidad

Cobarde, mi yo odiado

No soporto más esta cruz

Me estremezco, y resucitaré de entre los muertos

Bueno, venga, que hace tiempo que no hago una confesión. Los heavies, aunque vamos de malotes y de que estamos de vuelta de todo, también tenemos miedo. Increíble, ¿verdad? Incluso lo dicen los archiconocidos Iron Maiden en su tema “Fear of the dark” (Miedo a la oscuridad), en su LP homónimo. Hablan de un miedo irracional, de esa sensación de creerse vigilados por un ente maligno.

Have you run your fingers down the wall

And have you felt your neck skin crawl

When you’re searching for the light


¿Has pasado tus dedos por la pared

Y sentido cómo se te erizan los pelos de la nuca

Cuando buscas el interruptor?

LEMMY Pero también tenemos al gran Lemmy Kilmister, de Motörhead, que se confiesa contrafóbico, y puedo asegurar que lo era, en su clásico “Iron fist” (Puño de acero):

You know me, evil eye

You know me, prepare to die

You know me, the snakebite kiss

Devil’s grip, the iron fist


Ya me conoces, mal de ojo

Ya me conoces, prepárate a morir

Ya me conoces, beso de serpiente

Me agarra el diablo, el puño de acero

Los tres componentes de Motörhead en un buen año, 1982. Lemmy Kilminster, cantante y bajista, es el primero por la izquierda.

Nosotros también sabemos qué hacer para atravesar el miedo. Cuando estás perdido en el bosque, cuando se está poniendo oscuro y te quedas sin cerillas, es necesario atender a tu instinto. Como cuentan los Amorphis en su canción “Wrong direction” (Camino equivocado) es fácil perderse: “The night thickened into black earth/ The ground sparked under my feet” (La noche se hace densa hacia la tierra negra/ El suelo estalla bajo mis pies).

Pero siempre puedes encontrarte con la loba o “She-Wolf”, que es una hermosa canción de Megadeth: “Another heart beat than my own/ The sound of claws on cobblestone, I’m stoned” (Otro corazón late dentro del mío/ El sonido de las garras sobre los adoquines, me deja pasmado).

Y si hay una grandiosa declaración de intenciones, de autenticidad y confianza en las propias capcidades, es la que describe la banda de rock alternativo Incubus, en su sencillo “Make yourself” (Hazte a ti mismo). Recomiendo escuchar el disco en su totalidad, que se llama igual que la canción que os estoy comentando. Es un buen muestrario de emociones genuinas, y un ejercicio recomendable para tener una mente saludable:

You should make amends with you

If only for better health

But if you really want to live

Why not try and make yourself


Deberías hacerte mejoras

Aunque sea para tener mejor salud

Pero si quieres vivir de verdad

¿Por qué no te haces a ti mismo?

Pero si hay un tema recurrente en la música, la literatura, la poesía... es el canto a lo perdido, el dolor del abandono, que nos lleva a sentirnos tan vulnerables. Mis paisanos más thrash metaleros, los Angelus Apatrida lo explican de manera desgarradora en su canción “Blood on the snow” (Sangre en la nieve): “What I did wrong, don’t you think it wasn’t all bad?/ Guilt spits on my soul remembering all my faults” (¿En qué me equivoqué? ¿Acaso crees que todo fue un error?/ La culpa me escupe en el alma, recordándome todos mis pecados). Aunque hay un tema que me emociona hasta la médula, y ése es “July” (Julio), de los suecos Katatonia. Esta banda de doom metal canta como nadie a la tristeza y al desamparo. Y en este caso, la canción refleja un enganche tóxico:

So how come you invited me too

You knew I wanted you

You glide above

So this night belongs to you

I know this isn’t through

Are you dead to love?


¿Cómo llegaste a invitarme también?

Sabías que te quería

Te sales por la tangente

Así que esta noche te pertenece

Sé que esto no es hasta el final

¿Estás muerta para el amor?

Como os decía antes, si hay algo que caracteriza este estilo de música, es que no eludimos lo temas incómodos. Y hay varias canciones estremecedoras sobre el abuso sexual en la infancia. Una de las más descarnadas es “Daddy” (Papá), en la que Jonathan Davis, el vocalista de Korn, cuenta que sufrió abusos en el colegio y que su familia no le creía. “I didn’t touch you there/ Mama said she didn’t care” (No te toqué ahí/ Mamá dijo que no le importaba). O mis adorados Machine Head en su estremecedora “Violate” (Violentar), en la que se empieza exponiendo lo ocurrido, para terminar estallando en furia:

Fernanda Lira, excomponente de Nervosa. / foto de Dani Metalcry. Fondo de la Asociación rockera y metalera de mujeres de Albacete (ARMMA)

You told me through sacred lies

I told you once with bloodshot eyes

You told me don’t ask

Stay away from me


Me lo dijiste con mentiras sagradas

Te lo dije una vez con los ojos enrojecidos

Me dijiste que no preguntara

Mantente lejos de mí

SEPULTURA Ésta no sería una lista mía de canciones si no incluyera a Sepultura. Esta banda brasileña fue pionera en su género. Uno de sus discos más interesantes a mi parecer es “Roots” (Raíces). En él se habla de orgullo tribal y se mezcla el metal con la música oriunda de las tribus amazónicas. Uno de los singles con más pegada, y en el que se habla de cooperación es “Roots, bloody roots” (Raíces, malditas raíces)

I say

We’re growing every day

Getting stronger in every way

I’ll take you to a place

Where we shall find our

Roots, bloody roots


Digo

Que crecemos todos los días

Más fuertes en todos los aspectos

Te llevaré a un lugar

Donde encontraremos nuestras

Raíces, malditas raíces

PANTERA Y tampoco sería fiel a mí misma si no aparecieran aquí los Pantera. La canción que aquí expongo se llama “Walk” (Camina). Me gustaría llamar vuestra atención sobre el riff, que es como se llama al fraseo de guitarra característico de un tema. La canción se llama así porque sigue la cadencia de los pasos. Además de ser una obra cumbre del metal de los 90, es un buen ejemplo sobre cómo defenderse de la envidia.

Is there no standard anymore?

What it takes, who I am, where I’ve been, belong

You can’t be something you’re not

Be yourself, by yourself, stay away from me


¿Dónde está el nivel?

Lo necesario, quién soy, dónde he estado y pertenezco

No puedes ser algo que no eres

Sé tú mismo, por ti mismo, y mantente lejos de mí

A veces esta envidia traspasa los límites, se transforma en maltrato, y eso es lo que reflejan los Shinedown en su canción “Bully” (Acoso): “It’s 8 AM, this hell I’m in/ Seems I’ve crossed the line again/ For being nothing more than who I am” (Son las 8 de la mañana, el infierno en el que vivo/ Parece como si hubiera cruzado la línea otra vez/ Por ser simplemente quien soy).

Hay una banda de metal progresivo en Noruega llamada Leprous, que os sorprenderá por su sutileza y suavidad, así como por la profundidad de sus temas. He querido incluir uno de ellos para hablar sobre la vergüenza. La canción se llama “Below” (Debajo)

Every single fear I’m hiding

Beneath the surface you cannot grow

Curled and naked I defer

To shaky thoughts, all in a blur


Cada pequeño miedo que escondo

Bajo la superficie no puedes crecer

Enroscado y desnudo evito

Los pensamientos negativos, todo en un borrón

En el heavy metal encontramos muchas canciones que reivindican la dignidad del ser humano. Esto es lo que hacemos cuando mostramos agradecimiento a todos los que lucharon antes que nosotros. Me gustaría nombrar de nuevo a los motivadores Hatebreed, en su canción “Honor never dies” (El honor nunca muere): “Some men still fight silent battles until their final days/ Some will be forgotten having no one know their name/ But I stand here grateful for the courage that they gave” (Algunos hombres todavía siguen peleando batallas silenciosas hasta el fin de sus días/ Algunos serán olvidados y nadie recordará su nombre/ Pero les estoy agradecido por el coraje que tuvieron).

A la izquierda, Cliff Burton, el inolvidable primer bajista de Metallica, junto a James Hetfield, el cantante, en la segunda mitad de los ochenta.

En toda esta colección de emociones incómodas a las que cantar, no podíamos pasar por alto las adicciones destructivas. Quiero romper aquí con un prejuicio, ya que existe la creencia de que los metaleros nos drogamos con todo tipo de sustancias, y no es cierto. La mayoría de la gente que hay en mi círculo es deportista, no fuma y bebe solamente en ocasiones. Aunque sí hay casos en el mundo de la fama. Como James Hetfield, el frontman de Metallica, que explica en su celebérrima canción “Master of Puppets” (Amo de marionetas) el descenso a los infiernos. Ésta es una de las obras culminantes del metal, por favor, escuchad METALLICA con mente y orejas abiertas.

Master of puppets I’m pulling your strings

Twisting your mind and smashing your dreams

Blinded by me, you can’t see a thing

Just call my name, ‘cause I’ll hear you scream


Amo de marionetas, manejo tus cuerdas

Confundiendo tu cabeza y destrozando tus sueños

Cegado por mí, no puedes ver nada

Di mi nombre, porque te oiré gritar

También es muy famosa la canción compuesta por el otrora integrante de la banda antes mencionada, y desde hace un par de décadas líder de Megadeth, en su canción “Symphony of Destruction” (Sinfonía de destrucción): “Just like the Pied Piper / Led rats through the streets” (Como el Flautista de Hamelín / Guié ratas por las calle)

Y como también cantamos a la alegría y a la esperanza, allá van un par de versos de un clásico de los Foo Fighters “Times like these” (Épocas como éstas): “I, I’m a new day rising/ I’m a brand new sky/ To hang the stars upon tonight” (Soy, soy un nuevo día que amanece/ Un cielo a estrenar/ Para colgar las estrellas esta noche).

No quisiera terminar este recorrido por la música metal sin contaros lo que sucede en los conciertos o “bolos” (en la jerga musical). Si hay algo que caracteriza nuestra forma de vida es que somos grandes consumidores de música en directo. Eso permite que haya muchas bandas que puedan crear su música. Y eso nos da la oportunidad de conectar con el arte, con lo que se transmite, con la presencia, con lo inefable. En un solo verano de estos últimos diez años, he visto más música en directo que durante los últimos cuarenta años. He asistido a conciertos donde la música me encantaba, estaba con amigos y las notas eran las correctas; y a pesar de ello me he aburrido como un hongo. Y he estado en otros en los que, aún sin gustarme lo que estaba escuchando, me he divertido un montón. Y eso tiene que ver con la capacidad que poseen ciertos músicos para transportarte a otro lugar. He podido entrar en un verdadero estado meditativo durante un concierto, y he visto a otras personas hacerlo. Te conectas con lo que expresan los músicos, con tu propio cuerpo... cosa que tiene su mérito cuando te empujan, te distraen y tienes a dos tíos altos delante que no te dejan ver. Son cosas del directo.

Como dije al principio, no soy la persona idónea para dar clases de música a nadie. Pero me atrevo a contaros esto porque he vivenciado todas estas grandes canciones, y me han dejado huella. Les doy vueltas, las digiero, y me ayudan a procesar, a poner voz, a integrar en mi cuerpo los eventos que me ocurren a diario. En realidad, todo esto no es más que una interpretación, no sé qué querían decir realmente los autores, y seguro que hay tantas interpretaciones como personas. Aquí os dejo la mía.









































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































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