Un cuento inocente, una película y un barbero revolucionario

Elsa García Tárraga

Cantante de ópera afincada en Düsseldorf. Allí fundó, en 2017, la Komische Oper am Rhein, un proyecto con el que ha materializado su sueño, acercar la ópera a la gente.

En el 2021, los teatros en Alemania cerraron sus cortinas al público. En su lugar, todas las representaciones teatrales se trasladaron al streaming, como si la realidad misma se hubiera vuelto surrealista. La ópera, un arte que siempre ha tenido el sello de lo tedioso para un buen porcentaje de la población, de repente se encontró compitiendo con esas series hipnóticas de Netflix, desde la calidez de los sofás en el hogar.

Ya sabes, en ese mundo de las películas sobre ópera, siempre andan con el juego del playback, donde los cantantes parecen estar haciendo mímica y luego, como por arte de magia, se sincroniza el sonido. La idea de atrapar una orquesta en vivo, grabar toda una ópera y darle un formato de película es como intentar desentrañar un enigma, porque los cortes son un rompecabezas en sí mismos. Ahí fue cuando me vino a la mente la idea de filmar una película de ópera donde la música fluyera en directo, sin interrupciones, pero, claro, con un toque cinematográfico que añadiera intriga a la trama.

Al principio, solo quería juntarme con algunos colegas, agarrar un piano, una cámara, y dejarnos llevar por la corriente a ver qué ocurría. Con los teatros cerrados y la gente confinada en casa, todos querían sumarse a la locura desde el principio. Y, bueno, atravesamos más de una peripecia, pero eso queda para otro artículo, porque estábamos en ese caótico año 2021 en Alemania, donde abrir y cerrar todo, desde teatros hasta escuelas, era como un juego interminable de cartas.

En abril del 2021 nos encontramos en un teatro, con un equipo de al menos 30 almas valientes, listos para filmar el primer acto de la trilogía de El Barbero de Sevilla en la versión de G. Rossini. La idea era contar la ópera en tres episodios, algo así como una miniserie operística, con los cantantes actuando en vivo. Si alguna aria salía torcida, teníamos que retroceder y empezar de nuevo. Era como un cuento, dándole tres oportunidades a cada escena. A diferencia de las películas convencionales, nosotros nos aferramos al plano secuencia: una cámara única siguiendo la historia, como si estuviéramos en medio de un teatro, pero con ese toque mágico del cine. Y, aunque esta historia va sobre el barbero, para contarla al estilo de la pantalla grande, me basé en un episodio vivido cuando residía en Viena. Así que, sí, esta historia tiene sus raíces en la realidad, pero la realidad, ya sabes, es siempre un poco más enigmática cuando la pasas por el filtro de la memoria. Ya digo que las peripecias para rodar una película de presupuesto limitado durante la pandemia dan para muchos artículos, pero esta historia va de los cuentos que la inspiran y así voy a comenzar:

Había una vez un señor llamado Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, cuya biografía de por sí es todo un enigma:
Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais (*1732-1799) fue un personaje francés cuyas andanzas abrazaron tantas disciplinas como la relojería, la burocracia de la corte, la música, los juegos, la escritura, la edición, el espionaje, el comercio de armas y hasta la revolución. Un verdadero hombre del Renacimiento ilustrado, que dejó su huella en campos más vastos de lo que la mayoría pudiera imaginar. Beaumarchais, un hijo típico de su época.

Entre sus roles como agente secreto y organizador de contrabando, escribió dos comedias famosas. La primera, Le barbier de Séville ou La précaution inutile (El barbero de Sevilla o La precaución inútil). Estrenada en 1775, es una comedia tejida con confusión y complicación. Esta obra sirve de cimiento para la historia que G. Rossini adapta en 1816 para su ópera El Barbero de Sevilla.

rodaje del aria de Basilio, interpretado por Cristoph Jähnig

El resumen de la trama es algo así: Fígaro, astuto barbero que en tiempos pasados sirvió al conde de Almaviva, lo encuentra confesando su amor por Rosina, una joven huérfana encerrada por su malvado tutor, el anciano Bartolo. Bartolo planea casarse con Rosina para obtener su fortuna, mientras que Almaviva, haciéndose pasar por un humilde estudiante, le canta serenatas todas las noches, pretendiendo buscar un amor verdadero.

Fígaro, para ayudar al conde a conquistar a Rosina y liberarla de Bartolo, trama ingeniosos planes que involucran disfraces y engaños. Su objetivo es burlar las artimañas de Bartolo y su asesor, el malvado profesor de música Basilio, para lograr que Almaviva y Rosina se encuentren y se enamoren. La historia se desenvuelve con situaciones cómicas y enredos, creando una trama llena de intriga y humor.

Cuando me siento a trabajar en la historia del barbero y a pensar en cómo contarla para un público no muy familiarizado con la ópera, le pido a mi hija, que entonces tenía 9 años y ya había visto la ópera entera, que me resuma con sus palabras la historia:

La historia es sobre una princesa que vive encerrada en una torre, y el príncipe viene a cantarle disfrazado mientras ella se asoma al balcón...

A medida que me cuenta la historia, me doy cuenta de que la está contando como un cuento. Y que recuerda en algunos detalles a “Petrosinella”, también conocida como la Rapunzel italiana, un cuento escrito por Giambattista Basile (1566-1632), poeta y cortesano napolitano. Fue publicado póstumamente en dos volúmenes en 1634 y 1636, en su colección de cuentos de hadas napolitanos titulada "Lo Cunto de li Cunti Overo lo Ttrattenemiento de Peccerille" ('El cuento de cuentos, o entretenimiento para los pequeños').

La historia de Petrosinella narra la vida de una niña cuya madre hizo una promesa a una ogresa para salvarse de un problema. La ogresa reclama a Petrosinella cuando esta descubre la promesa y agarrándola por el pelo la encierra en una torre sin puerta ni escalera. Petrosinella conoce a un príncipe que se enamora de ella y visita la torre valiéndose de sus largas trenzas. Cuando la ogresa descubre la relación, Petrosinella y el príncipe escapan. Para evitar ser atrapados, Petrosinella utiliza agallas mágicas de roble o encina, que se transforman en distintos animales; el tercero de ellos, un lobo, se traga entera a la ogresa, permitiéndoles llegar al reino del príncipe y casarse con libertad. El cuento destaca el ingenio de Petrosinella y cómo supera los obstáculos para alcanzar la felicidad con el príncipe.

Al recordarme tanto a la historia de Petrosinella, le pregunté a mi buen amigo Lorenzo Antonio Hernández Pallarés si podía ayudarme con mi propia adaptación del Barbero. Sobre todo, quería que Lorenzo me ayudara a analizar los símbolos y personajes de la historia. Aunque con matices, en mi opinión, estos símbolos provienen del cuento de Petrosinella, que probablemente, tanto Beaumarchais como posteriormente Rossini, tenían que conocer. Lo que reproduzco a continuación es fruto de una conversación que mantuvimos por Skype entre Murcia y Düsseldorf con las voces de mis hijos de fondo...

Yo le fui describiendo a Lorenzo cada uno de los personajes y él me hizo un análisis simbólico de cada uno de ellos. Así, por ejemplo, cuando le contaba que la ópera de Rossini comienza con el conde Almaviva dirigiéndose al balcón de Rosina para cantarle, esto era lo que me contaba:

"En primer lugar, convendría analizar la acción del conde, que consiste en cantar serenatas. La palabra 'serenus' proviene del latín y significa cielo despejado, sin nubes ni niebla ni lluvia. En este contexto, el conde busca limpiar el cielo, expresando a Rosina un amor puro, claro y sereno. (...)

Otro instante del rodaje de El Barbero de Sevilla. El conde Almaviva cantando su escena del balcón: "Se il mio nome saper voi bramate"

La barba, como atributo masculino, simboliza lo rudo y fuerte. El barbero, por tanto, es aquel que modifica o retoca lo masculino. Trabaja con el conde en diferentes arquetipos del masculino, mostrando diversas facetas como soldado, estudiante, maestro, revelando así las distintas dimensiones de lo masculino sensible. Fígaro, más que un simple barbero, es una figura sabia y un creyente en el amor. Actúa como puente para el amor entre el conde y Rosina, organizando y dando coherencia a las ideas. A pesar de que la barba es símbolo de virilidad y fortaleza, el barbero la afeita y la cuida, utilizando aceites para ello. La barbería, para los hombres, representa un espacio donde se comparten intimidades y secretos, allí se da algo similar al concepto contemporáneo del hombre moderno, preocupado por el cuidado personal y por los demás. El barbero se convierte en un consejero. La barba, como símbolo de sabiduría masculina, se opone a la rudeza. Rosina, el ánima, y el conde, el ánimus, son mediados por el barbero, el sumo pontífice, que construye puentes entre ambos para que el amor sea puro, como desea el conde. En el entramado arquetípico de los cuentos, Fígaro representa al mago bueno, Bartolo es el dragón que mantiene a la princesa (el ánima) encerrada, y Basilio (profesor de música en la obra y consejero de Bartolo) es el brujo, el donante negativo que apoya al dragón. Bartolo simboliza el egoísmo masculino que desea retener todo para sí. El tema central es la representación del masculino, que puede ser egoísta, materialista y devorador, pero también idealista y enamorado de la ética. El conde busca ser amado por quien es, no por su apariencia estética, subrayando así el doble juego del barbero: el de la estética y el de la ética. 'El Barbero de Sevilla' es un cuento que explora el modelo de masculinidad, mostrando dos formas de vivirla: desde la perspectiva del machismo ególatra o desde la nobleza del caballero. Bartolo, el dragón devorador, y su ayudante, que sólo busca lo material, representan el primer enfoque, mientras que el conde se acerca más al modelo de caballero noble".

Al final le pregunté a Lorenzo si podía asociar cada uno de los personajes a un color, porque nos iba a servir mucho para la caracterización. Y esto es lo que me sugirió y lo que hemos intentado transmitir en la película: "El barbero, con un toque de verde, se convierte en el genio de la naturaleza, un mentor y terapeuta, personificando la sabiduría masculina sana. El conde, estilizado en azul, refleja la caballerosidad, mientras que Rosina, en tonos rosados, representa el arquetipo de la heroína. Basilio, en negro o berenjena, asume el papel del brujo, y Bartolo, en rojo magenta y negro, simboliza el dragón egoísta y devorador". Muchas gracias, Lorenzo, por tus valiosas aportaciones que creo le han dado un sentido más redondo a la historia que queríamos contar.

Y así, con estas palabras, podríamos dar fin al artículo, ya que inicialmente buscaba relatar precisamente esta historia. De hecho, conseguimos rodar el primer capítulo de la serie. Como escribía antes, queríamos contar las historia de El Barbero de Sevilla de G. Rossini en tres capítulos. No obstante, Beaumarchais escribe en torno a la figura de Fígaro tres comedias en total. Y la segunda, si cabe, es la que más notoriedad ha adquirido tanto en la época del propio Beaumarchais, gracias a la revolucionaria continuación de la historia, como por haber sido inmortalizada por obra de Lorenzo da Ponte y Mozart en la gran ópera Las bodas de Fígaro.

La trama de las bodas de Fígaro sucede en un solo día. Han pasado los años y Fígaro ya no es barbero, si no que vuelve a estar al servicio del conde Almaviva y va a casarse con la sirvienta de Rosina, ahora la condesa de Almaviva: Susanna. De hecho la ópera comienza el día que se va a celebrar la boda. Susanna le hace ver a Figaro que el conde quiere hacer uso del derecho de pernada y obligarla a pasar la noche de bodas con ella.

Esta segunda entrega fue concebida por Beaumarchais tres años después del estreno de la primera parte, y aunque la obra se concluyó en 1778, la resistencia de Luis XVI y la censura persistieron hasta 1784. La comedia experimentó un éxito sin precedentes de manera inmediata. A diferencia de El Barbero, aquí los personajes cargan con la nostalgia del pasado y la percepción de la fugacidad. Aunque las intrigas hallan un desenlace feliz, la atmósfera decadente del tardío Antiguo Régimen se vislumbra en segundo plano. Le Mariage de Figaro provocó un escándalo que sacudió los cimientos de la sociedad. Napoleón pronunció una famosa frase cuando leyó la historia: "La revolución ya está en marcha..."

Elsa García como Rosina, en el rodaje del primero de los tres capítulos proyectados para llevar a la pequeña pantalla El Barbero de Sevilla

Wolfgang A. Mozart es en ese tiempo un pianista y profesor de música de éxito, pero hasta ahora no se le ha permitido componer una gran ópera para el teatro imperial. Cuando decide intentarlo, elige precisamente la obra que está dando tanto que hablar en toda Europa y que el Imperio Austrohúngaro ha prohibido: Las bodas de Fígaro. Mozart y Da Ponte logran persuadir al emperador de la viabilidad de Le Nozze di Figaro al eliminar su aguda crítica política y enfocarse "solo en las relaciones de los personajes", creando así una historia "completamente inocente". El emperador consiente y, aunque solo se harán nueve representaciones en Viena, experimenta más tarde un gran éxito con el estreno en Praga.

Retornamos a la narrativa de Beaumarchais: Figaro, al igual que en El Barbero de Sevilla, asume en Las Bodas de Figaro el papel principal. Los teóricos sostienen que Figaro es una creación original del propio Beaumarchais y que, posiblemente, el nombre "Figaro" sea el resultado de un juego de palabras: "fils Caron" (Hijo de Caron). De hecho, en muchos aspectos, se autorretrata como el aventurero versátil capaz de rivalizar en inteligencia y astucia con sus oponentes burgueses o aristocráticos, representados en ambas obras por Bartolo y Almaviva.

Algunas interpretaciones presentan a Fígaro como la personificación de la astucia e inteligencia del pueblo frente a la aristocracia. Su carácter resalta la crítica social de Beaumarchais, la denuncia de las injusticias y desigualdades de la sociedad de su tiempo. Un personaje complejo y polifacético que ha cautivado a las audiencias a lo largo de los años, convirtiéndose en un símbolo de ingenio y resistencia frente a las jerarquías sociales. Otras interpretaciones sugieren, por el contrario, que Figaro es un personaje menos subversivo de lo descrito, ya que al final se adapta a las circunstancias y saca lo mejor de ellas, jugando sus cartas convenientemente.

Michael Terada como Fígaro, en otra escena de la miniserie

En la misteriosa sinfonía de la historia, las vibrantes notas de Las bodas de Fígaro resonaron en la Viena de 1786, apenas dos años después del triunfal estreno de Beaumarchais en París. En la penumbra de ese momento, nos encontramos al borde de un cambio sísmico, a punto de presenciar la caída de la Bastilla tres años después. Cada relato, como una partitura única, encierra un potencial transformador, y en la intrincada danza del destino, Beaumarchais, Da Ponte y Mozart inadvertidamente tejieron una narrativa con un poder que trasciende las barreras temporales.

Fígaro, según las perspicaces palabras de Lorenzo Hernández, personifica la sagacidad de una masculinidad sana. En esta trama donde los personajes oscilan entre extremos, reflejando los altibajos de la Revolución Francesa y nuestro propio tiempo, emerge el arquetipo del mago, el héroe de los cuentos de hadas, como un catalizador transformador.

En la universidad tenía un profesor de música que, después de dirigir la ópera Las bodas de Fígaro, de Mozart, siempre decía sentir algo raro. Aunque la historia terminara felizmente, siempre quedaba la incertidumbre sobre qué le depararía el destino a cada uno de los personajes.

Con el telón descendiendo sobre esta trama llena de matices, nos sumergimos en un silencio expectante. Sabemos que, como la música de Mozart, las historias siguen sonando como ecos que no se apagan, recordándonos que, a través de la música y las palabras, la transformación nunca para. En este final, invito a explorar los pliegues de la propia magia interior, donde la verdadera fascinación espera en cada nota que no suena y en cada sombra que se mueve en el borde de nuestra comprensión.

Y si os interesa podéis ver también el trailer de nuestra película en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=TrSA8AlpT-o&t=9s



























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































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